CIUDADELA SANTUARIO, OBSERVATORIO ASTRONÓMICO Y SECRETOS DE ALQUIMIA TALLADOS EN PIEDRA.
¿SE ENCUENTRA EN TIAHUANACO EL ORIGEN DE LA HUMANIDAD, O SOLO EL ORIGEN DEL HOMBRE AMERICANO?
¿POR QUE DESAPARECIÓ UNA CIVILIZACIÓN TAN PODEROSA, QUE VOLABAN, ESCULPÍAN Y MODELABAN LAS MONTAÑAS DESDE EL CIELO?
¿CONVIVIÓ EL HOMBRE DE TIAHUANACO CON EL TOXODONTE, DE LA ERA TERCEARIA?
¿ERAN LOS SERES QUE HABITABAN EN TIAHUANACO ALQUIMISTAS?
¿HABITÓ UNA CIVILIZACIÓN DE GIGANTES EN LOS ANDES?
¿HABITÓ UNA CIVILIZACIÓN DE GIGANTES EN LOS ANDES?
¿DE DÓNDE LLEGARON LOS SERES QUE TENÍAN 4 DEDOS?
¿QUIÉN CONSTRUÍA CON PIEDRAS DE HASTA 2OO TONELADAS EN EL ALTIPLANO BOLIVIANO?
Uno de los grandes enigmas de la humanidad se encuentra en el altiplano Boliviano, a 90 km de la Paz, en el centro de una monótona estepa que se extiende a 3.900 metros de altitud, y va descendiendo hacia los bordes del lago Titicaca. Allí, se encuentran, bloques de piedra, columnas, muros que forman una especie de ciudadela curiosa, donde hay puertas que no se abren para ninguna parte. Estas ruinas son conocidas como TIAHUANACO. Un misterio que nos sitúa ante auténticos libros pétreos atemporales de la época mas arcaica de la humanidad. Aún hoy podemos encontrar en la vieja estación del tren que ya no funciona la siguiente inscripción: TIAHUANACO, KM. 21, ALTITUD 3.825 m, FORJADOR DE CIVILIZACIONES.
El pueblo Aymará que vive en toda la estepa cercana, cree que la Fundación de Tiahuanaco se remonta al comienzo del mundo, “cuando los primeros conquistadores españoles llegaron a este lugar, preguntaron a los indígenas sí aquella ciudad había sido fundada por los Incas. Ellos comenzaron a reír y respondieron que, mucho antes de la llegada de los Incas, cuando Wiracocha no había creado las estrellas, TIAHUANACO ya existía. Cuando los Hijos del Sol llegaron, eran un campo de ruinas ciclópeas tan impresionantes, que no dudaron en atribuirlas a los Dioses. Los conquistadores españoles buscaban el oro, y no valoraron una cultura tan antigua como la que existía en el altiplano. El mismo asombro que tuvieron los Incas, hoy todavía perdura en algunos arqueólogos y visitantes, cuando en el lugar contemplan los restos de un pasado glorioso y enigmático. Con este interés nos dirigíamos a la aldea de Tiwanaco, donde se encuentran las ruinas. Habíamos salido de la Paz, a las 8 de mañana, en compañía del profesor D. Alberto Meave, presidente de la sociedad Arqueológica Boliviana, y su nieta. Todavía sentíamos el peso de la altura en nuestras cabezas, por la falta de oxígeno. La luz de un día sin nubes, nos permita observar las nieves perpetuas de la cordillera real de los Andes, desde el microbús que nos conducía a las ruinas. Nuestra conversación con el profesor nos estaba abriendo un horizonte diferente sobre el enigma de Tiahuanaco: “Es evidente que en Tiahuanaco se superpusieron varias culturas; sólo así, se puede entender la confusa mezcla de estilos y formas, y de técnicas. Para los arqueólogos aún existen muchas interrogantes sin resolver: ¿Quiénes fueron los creadores de Tiahuanaco? ¿Cuál fue su origen, de donde llegaron? ¿Por qué desapareció una civilización tan poderosa?”
El profesor nos cuenta como trasladaron el monolito Bennet, con el viejo tren hasta el museo al aire libre en la plaza de Miraflores, en el centro de la Paz. El monolito Bennet es uno de los misterios de Tiahuanaco. Fue descubierto muy cerca del templo hundido, en 1932, mide 7,30 metros, y pesa diecisiete toneladas. En el monolito aparece una divinidad en posición normal, y en posición invertida, como si la piedra pudiera ser contemplada, indistintamente, desde arriba o desde abajo.
Hoy todavía se preguntan. ¿A quién representa este gigante, macizo y cuadrado? Se encuentra en el centro de la plaza, rodeado de otras estatuas, algunas con turbante, símbolo de poder u autoridad. Podemos encontrar, en estas, algunas analogías con estatuas Egipcias, Etruscas, Aztecas etc.
MEZCLA DE CIVILIZACIONES Y PERIODOS CULTURALES.
El segundo período, se inicia con la llegada de una civilización de invasores. Su arte se caracteriza por el empleo de piedras duras, y la aplicación de reglas Astronómicas rígidas a la construcción orientada de sus monumentos, de predominante influencia aymará.
El tercer período es el de la invasión de los Wiracochas, hombres de piel blanca, y barbados. Corresponde con lo que Cieza de León narra en su crónica: “a la llegada de los españoles, los indígenas les llamaban los Wiracochas”. Esto se explica por la tradición que habla de que en el pasado remoto habían conocido a hombres blancos y barbudos de cuyos descendientes esperaban su retorno. El cuarto período es caracterizado por la construcción de monumentos y casas sobre los muros de piedra bruta. El quinto período es la época Inca: la tradición Inca no reivindica Tiahuanaco. Cuando las tropas del Inca Maita Capac ocupan la región, sin combates, la ciudad ya estaba abandonada.
Cuando habla de las ruinas de Tiahuanaco, escribe Garcilazo de la Vega: “parece que esos monumentos inacabados son el esbozo de un plano más grande”, basándose en la narración de testigos oculares. Garcilazo describe así a Tiahuanaco: “un vasto patio sagrado al margen de las aguas del lago, santuario del dios Creador, se observa cierta cantidad de piedras artísticamente esculpidas, representando hombres y mujeres pertenecientes a una raza desaparecida, que los dioses transformaron en piedras para castigarlos por sus excesos. “Otra leyenda Aymará habla que el dios Wiracocha esculpió gigantes, descontento con su obra los renegó. Las tradiciones recopiladas por Cieza de León, señalan que los monumentos de Tiahuanaco están hechos a “semejanza de Wiracocha”. Lo cual ratifica la idea de que sobre las piedras están grabados los planos de la creación.
El profesor A. Meave nos cuenta que: “En una visita que realice al museo de arqueología de París, encontré varias vasijas de barro, que por su forma y decoración, habría jurado que eran de Tiahuanaco. Al preguntar al director del museo sobre el origen. Este me explicó que pertenecían a la 4ª excavación de la ciudad de Troya.” Cinco siglos antes de la fundación de Roma. En la época del sitio de Troya, y antes de la construcción del Templo de Salomón, los aymarás elevaban para los dioses del cielo, del mar, y de la tierra santuarios colosales. Para muchos investigadores en Tiahuanaco se encuentra el origen de la humanidad, para otros restos de la Atlántida nombrada por Platón.
EL TOXODONTE EN TIAHUANACO.
Lo que nos lleva a la siguiente pregunta: ¿Convivieron los hombres de Tiahuanaco, con aquéllos animales de la era Cenozoica, los Toxodontes?
Los Toxodontes, se ubica en la era terciaria, y se extingue a principios del cuaternario. El cráneo fósil de Tiahuanaco, hallado por Posnansky revela tener las características de un ser altamente evolucionado. Este es el resultado al que llegó el profesor F.Von Luschan, luego de someter la pieza a exámenes rigurosos.
Pero éste no es el único lugar donde se han encontrado restos de fósiles humanos junto a esqueletos de animales prehistóricos. En Ayacucho (Perú), el Dr. Richard Macneish, Presidente del Departamento de Arqueología de la Universidad Phillips de los EE.UU., en las proximidades del río Montano, encontró utensilios humanos junto a animales de la era Terciaria como los Megaterios, y varias especies de felinos.
El Dr. Cabrera Darquea, en abril de 1971, al escabar un lugar denominado “el boquerón”, en el estado de Tolima, en Colombia, halló el esqueleto fosilizado de un Dinosaurio de la especie Iguanadonte de 20 metros de longitud, junto a un cráneo humano que media 35 cm, de largo.
Llegando a las ruinas, el profesor nos explica: “pueden observar los restos de los palacios, de la pirámide y de la ciudadela, nos hemos preguntado: ¿Dónde están las casas de los habitantes que vivían aquí? ¿Dónde vivía el pueblo? Los satélites de EE.UU. nos dieron las respuestas, cuando hicieron un estudio geológico de la zona. Descubrieron, a unos 15 metros de profundidad, en la planície cercana a la cordillera (el Quinsachata), los restos sumergidos de las de las casas del pueblo.”
Iniciamos nuestra visita a las ruinas, en la entrada, el profesor nos recita una poesía:
En el inmenso altiplano
agreste y magro,
surgen las imponentes ruinas
como un milagro,
como cuando los peregrinos
se dirigen a un santuario.
A este augusto recinto milenario
en cuyas moles hieráticas
se encierran,
uno de los misterios
más grandes de la Tierra.
Edificios, templos,
observatorio Astronómico,
un libro grabado en piedra,
secretos y símbolos guardados
en la Puerta del Sol.
Tres grandes campos de ruinas cubren la planicie que se extiende en vuelta a Tiahuanaco: La pirámide de Akapana, el Kalasasaya, y el Puma-punku.”
EL AKAPANA, CENTRO GEOMAGNETICO.
En otro momento, nos cuenta el profesor: “En una oportunidad viaje en avioneta, con un arqueólogo norteamericano llamado Willian, sobre las ruinas y los alrededores de Tiahuanaco. Comenzamos a tomar fotos, y a descubrir montañas que tenían forma de pirámide, este arqueólogo afirmaba que lo eran, pero que estaban cubiertas de Tierra. Tenemos la certeza que existen pirámides y ruinas sin descubrir en toda la zona de alrededor de Tiahuanaco. El arte de la construcción de las pirámides, semejante a Egipto o Babilonia, era conocido por las constructores de Tiahuanaco, por eso nos preguntamos: ¿Habrá existido una gran civilización que influenció los dos continentes, en la antigüedad? ¿Los sabios de Tiahuanaco trabajaron con las fuerzas telúricas de la Tierra, en las pirámides? “La pirámide de Akapana, es un centro geomagnético muy fuerte, especialmente en el centro, donde las agujas de las brújulas se vuelven locas.
Después de visitar el montículo, donde está la pirámide, entramos en el templete semisubterráneo, donde hay dos monolitos, todas las paredes están decoradas con cabezas esculpidas en piedras, conocidas como las cabezas clavas. Son 175 las cabezas clavas que decoran sus paredes, y en su centro los monolitos. En el mayor, podemos observar tallado en la arenisca roja, una serpiente, símbolo de la fertilidad. El profesor nos dice: “el profesor Lasarte de la Universidad de la Plata, de Argentina, descubrió que las cabezas clavas de las paredes tienen rasgos mongólicos. El templete semisubterráneo es ofrecido por los 4 elementos, donde se rendía culto a la Pachamama, la madre Tierra.”
Saliendo, nos dirigimos a una gran roca que se encuentra a la derecha, el profesor llama nuestra atención: “En Tiahuanaco podemos encontrar piedras de 120 toneladas y más, nos preguntamos: ¿cómo consiguieron traer estas piedras? ¿de dónde las trajeron? En las alrededores de las ruinas no hay canteras, los Incas que fueron posteriores no conocían la rueda. “En el puma punku hay grandes rocas como estas, y se ve que estaban sujetas con unas especie de grapas de metal, posiblemente hierro o cobre.
Posnaski afirma, “la ciudadela es un calendario astronómico. Es comparado Kalasasaya con los alineamientos solares de Stonehenge, algunos monolitos nos recuerdan los Menhires y Cromlechs de los Celtas. A diferencia de los menhires que son hechos de piedras amontonadas, aquí son bloques cuidadosamente trabajados, de formas geométricas decorados con muchas figuras y símbolos. Los bloques de arenisca roja y de andesita, están colocados según ciertas reglas astronómicas. Originalmente los templos eran orientados para el nacimiento del sol, cuando se eleva en el equinoccio, y servían para cálculos cronológicos, para la orientación en las siembras y la recolección de las cosechas”. El profesor nos explica: Este local es un lugar de culto, y un observatorio astronómico. El 21 de septiembre de todos los años, el primer rayo del sol pasa justo por la puerta de entrada, dividiendo a la ciudadela en dos partes, es la entrada de la primavera, en este hemisferio. En el solsticio de invierno y de verano, el primer rayo coincide con los muros laterales, en las esquinas derecha e izquierda de la puerta central de la ciudadela. Este calendario marcaba el año nuevo agrícola. “Abajo de este local, fue encontrado un santuario subterráneo, se piensa que todo estaba forrado en oro. El salón cuyo fondo permanecía en oscuridad estaba repleto de efigies de dioses, de bajos relieves, y de símbolos. Todo en el subsuelo de Tiahuanaco esta repleto de túneles, y subterráneos. Muchas veces han sido descubierto estatuas, que han vuelto a ser tapadas para evitar que sean robadas”.
LA PUERTA DEL SOL, SECRETOS DE
ALQUIMIA DESVELADOS.
La figura central del motivo atrae la atención, un ser que representa a su Dios, rodeado de símbolos. Parece sostenido por un motivo simétrico que consta de 4 cabezas erguidas de puma y dos grupos de 3 cóndores. Lo que la Puerta del Sol nos muestra es una representación de un sistema cosmogónico y mítico complejo. En los ojos de las figuras, se supone que habían piedras preciosas, su brillo reflejaba en la diadema decorada con cabezas de pumas y cóndores. Dos cetros que el dios mantiene en la mano. De la derecha a la izquierda del motivo central, tres franjas, cada una con 8 cuadrados, contienen criaturas Aladas. Las del medio tienen cabezas de cóndor, las otras traen coronas cuyas flores son sustituidas por emblemas de animales. Las superficies planas están recubiertas de jeroglíficos y símbolos. Los personajes llevan los dos cetros de la figura central, dirijiéndose para la divinidad central o adorando las rodillas. La base del friso es tomada como un motivo que reproduce la imagen central, sobre las 11 formas diferentes.
El investigador D. Guillermo Lange afirma: “El puma esta íntimamente vinculado con el fuego y la columna vertebral, esta última representada por la vara segmentada o bastón que sostienen las representaciones antropomórficas de la Puerta del Sol. La serpiente con cabeza de felino (puma), símbolo de la kundalini o fuego sagrado que ascendió hasta la cabeza del iniciado.”
“En el maravilloso lenguaje ideográfico de la Puerta del Sol, observamos cuidadosamente a los 48 seres alados que se encuentran arrodillados, evidenciaremos que sus alas (símbolo de transcendencia) nacen de la columna vertebral, representada por el mismo elemento, es decir, rectángulos segmentados que también se observan en la corona y en los dos cetros que sostiene el personaje central.
Lo anterior nos esta indicando que esa posibilidad llamada ser humano, sólo alcanza su plena realización con la manifestación del fuego sagrado que desde el coxis. Debe ascender por la vara (columna ) hasta la cabeza. Únicamente así el iniciado Tiahuanacota era digno de coronarse como Rey de sí mismo y de la naturaleza; sólo de esta forma podía cruzar por la Puerta del Sol.”
Antiguos conocimientos alquímicos, de la India, del Tíbet, de Egipto y de muchas escuelas esotéricas de la actualidad hablan de la kundalini, esa poderosa energía ubicada en el base de la columna vertebral, en la cuarta vértebra, en el hueso sacro, que se halla latente en todo ser humano. Este fuego serpentino (serpiente), asciende por la espina, despertando todos los chacras y devolviendo al hombre sus facultades suprasensitivas. Esto nos conduce a la pregunta: ¿Quién enseño a los antiguos sacerdotes de Tiahuanaco, los secretos de Alquimia contenidos en la Puerta del Sol? ¿De dónde llegó el mago Viracocha poseyendo tan grandes conocimientos, en una época tan antigua?
Hay leyendas que afirman, que la Puerta del Sol fue, un paso interdimensional, que teletransportaba a los iniciados a la isla del Sol, y ésta es una de las 7 que hubieron en otro tiempo, como la puerta de la luna que se encuentra fuera del santuario. La ubicación actual de las puertas no corresponde con el auténtico lugar que ocupaban dentro del complejo de Tiahuanaco. Se dice que en el pasado la isla del Sol, Cuzco y Tiahuanaco estaban comunicados por túneles subterráneos. Muchos de estos túneles han sido investigados por espeleología y buscadores del dorado, la mayoría nunca salieron.
El monolito fraile, es otro de los misterios que todavía están para ser desvelados. ¿Representa un dios o un gigante? Sabemos que muchos de los monolitos con la llegada de los españoles, fueron exorcizados y dinamitados. Las ruinas en el pasado fueron canteras de piedras, con las que se construyeron muchas iglesias, como la de la aldea de Tiwanaco o la catedral de la Paz.
EL MISTERIO DE LOS SERES DE 4
DEDOS .
El profesor nos contó: “encontré en un pozo una pequeña joya, que hoy todavía poseo, de un metal que no era plata, ni plomo, muy leve. Representaba una cabeza semejante a un egipcio con manos de 4 dedos, y orejona. Medio blanco y medio platino, la llevé a un experimentado joyero, no supo catalogarla, y me dijo que era un metal desconocido.
Al lado del santuario, en el este se encuentran las pocas piedras de lo que fue el palacio de los Sarcófagos. Se sabe que había a un lado estatuas de barones y al otro de mujeres. Todo su subsuelo lleno de subterráneos y momias todavía por descubrir. El 90 por ciento de este recinto ha sido saqueado, y han sido robadas sus estatuas y piedras.
A algunos cientos de metros más allá del pueblo, se ven un conjunto de ruinas conocidas como el Puma-punku o Puerta de los Leones. Un muro de piedra protege las estatuas que yacen en desorden. Las dimensiones del bloque mayor son de 3,64 metros por 3,30 por 0,50, y se evalúa en 200 toneladas su peso. Las estatuas representan a los cacha-pumas, o hombres pumas, son criaturas míticas de cuerpo estilizado y cabeza de jaguar. Los rostros infelizmente fueron destruidos. Estas estatuas representaban a los iniciados de alto rango, que ya habían conquistado el dominio de sus instintos y habían despertado la visión de puma (la clarividencia). Dicen que el puma ve en la oscuridad, y se guía por la visión de las energías, para localizar a su víctima. Este desorden en la piedras, nos hace suponer que hubiera sido destruída como la torre de Babel de la Biblia o por una catástrofe natural. Es Posnaski el que afirma, “puede ser una catástrofe natural la que causó la destrucción de Tiahuanaco”.
RAZA DE GIGANTES QUE MODELAN Y
ESCULPEN LAS MONTAÑAS.
El mitólogo de los Andes: Fernando Díez de Medina, dice: “El constructor del mar de fábula del Titikaka, custodiado por la dentada cresteria de las cumbres, descendiendo del pedestal divino quiso alternar con sus criaturas. Fue héroe, gigante, caudillo y hombre sucesivamente”. El investigador Guillermo Lange afirma: Dicen que Wiracocha “tajaba los montes, elevaba los valles, cambiaba el clima, hacia brotar agua de las peñas... “Se le conoce también como el creador del lago “Illa-Ticci-Wiracocha”: La luz en la que se mueve el puma enviado por el Dios Mayor. “kuntur -tecsi- Wiracocha”, es otra nominación de Wiracocha que significa “poderoso cóndor formador del lago” El escritor Fernando Díez de Medina, autor de Tiahuanaco: capital del Misterio, sostiene: No se sabe cuáles fueron los dioses de los remotos atlantes. Ni su organización política y social. Apenas queda recuerdo de su sapiencia botánica: dicen que hacían brotar árboles y plantas desconocidas en las tierras más áridas, que se transportaban a cortas distancias por el aire. Que podían remodelar montes y colinas.”
Ciega de León, en la segunda parte de la crónica de Perú; anota que un héroe mítico” Ayar Cachi era tan valiente y tenía tan gran poder, que con la honda que saco, tirando golpes o lanzando piedras, derribaba los cerros, y algunas veces que tiraba en alto, ponía las piedras cerca de las nubes”.
Todas las tradiciones aborígenes de Norteamérica hablan de Tiahuanaco. En todas las culturas se habla en el pasado de gigantes, aquí en Bolivia se les ha conocido como Taynas o Chullpas. Esta raza de Gigantes se cree que fue la que esculpió en las montañas, de la meseta de Marcahuasi (Peru), las esculturas gigantes que allí se encuentran. Aves y mamíferos desde leones, elefantes y hasta pingüinos que nunca existieron en la América del Sur, están tallados en tamaño gigantesco. Todas las razas humanas están representadas en grandes cabezas que son parecidas a las de la isla de Pascua. Esfinges, rostros y figuras de olvidados dioses y diosas. Está cubierta la meseta de bruma la mayor parte del año, pero entre los meses de mayo y septiembre el sol brilla en todo su esplendor y pueden ser observadas.
De todas las señales elaboradas para ser vista desde grandes alturas podemos nombras: el enigmático pizarrón del desiertos de Nazca, el Titicaca: lago del puma y del pez sagrado, los lagos artificiales del Canadá con forma de pato, las serpientes gigantes en EE.UU. Los trazos simétricos y las lagunas artificiales de las extensas llanuras de Moxos en el Beni (Bolivia) etc..Todas estas señales y símbolos nos hablan de una civilización que viajaba por los aires.
¿ FUE TIAHUANACO UN RESTO DE LA
CIVILIZACIÓN DEL ANTIGUO CONTINENTE MU?
En el libro conocido como el secreto de los Andes, escrito por Broder Philip, Editorial Kier, se habla de Tiahuanaco: “Mientras las últimas partes del continente Mu se despedazaban en el Océano Pacífico, terribles catástrofes tenían lugar en toda la tierra. La cadena Andina de montañas surguió en aquella época, y desfiguró la costa este de América del Sur. La ciudad de Tiahuanaco era un importante puerto de mar, y una ciudad colonial del imperio Lemur de gran magnificiencia y importancia. Durante el cataclismo se elevó sobre el nivel del mar, y el clima suave y tropical se reemplazó por el helado clima polar de las altas mesetas eternamente barridas por el viento. Antes de que esto tuviera lugar no existía el lago Titicaca. Aquí en lo alto de las ruinas. El señor Aramu-muru (conocido también por Meru o Manu) ordenó que se construyera el Monasterio con gigantes bloques de piedra cortados por la energía de la fuerza lumínica primaria. Esta construción ciclópea es igual hoy a la que fue en otro tiempo, y sigue siendo un repositorio de la ciencia, la cultura, y el conocimiento arcano de los Lémures. El señor Aramu-muru es miembro de la raza Ciclópea, y esta es conocida con el secreto y arcano conocimiento como la raza de los “Eles”. Eran Titanes que viajaban por el camino de las estrellas. Para llegar a la Tierra atravesaron el espacio siguiendo todos los grandes ciclos del tiempo. Tenían 4 metros y eran hombre y mujer pero no de la manera que consideramos hoy la diferenciación sexual.”
Es muy interesante, que la palabra Aymará, viene de Aymaru, y esta de Amaru. La palabra Amaru significa serpiente. Hoy todavía en los Andes hay grandes serpientes que se llaman Amarus.
Otra interpretación de lo que significa Aymarás: el pueblo de la serpiente. Amaru es otra forma de llamar al señor Aramu-muru. Los Aymarás son el pueblo del Manu, Amaru o Meru.
En la crónica de Akakor de Karl Brugger, también se habla de Tiahuanaco: “Los padres Antiguos erigieron 3 recintos religiosos sagrados: salazere en las zonas altas del gran río. Tiahuanaco, sobre el gran lago; y Manoa, en la llanuras elevadas del Sur. Eran las residencias terrestres de los maestros Antiguos”
En la doctrina Secreta (H.P.Blavastsky) dice “Los Hijos del Cielo y de la Tierra (los hombres primigenios) eran dotados a su nacimiento por los poderes soberanos, con facultades extraordinarias, tanto morales como físicas. Mandaban a los elementos, conocían los secretos del cielo de la Tierra, del mar y del mundo entero, y leían el futuro de las estrellas”.
En la leyenda Tolteca de Quetzalcóatl, se hace mención a dioses llegados del cielo a bordo de naves voladoras.
Seres rubios, descendiendo de una gigantesca nave en forma de cisne, según una leyenda maya. En Asia los libros sagrados como el Mahabharata, el Mansola Parva, etc... hablan con detalle de máquinas voladoras en forma de esfera que navegan por el espacio con destellos de luces y resplandores amarillentos. Conocidos como vimanas. En la China estas naves eran conocidas como carros voladores. En la Biblia aparecen como carros de fuego. Para los indios hopi eran conocidos como escudos voladores. En el friso de la Puerta del Sol de Tiahuanaco se observan hombres alados, algunos con cabeza de ave que miran al cielo.
Tiahuanaco es el testigo de un pasado que se pierde en la noche de los tiempos. muy lejos del límite de la montaña gris del Oriente reflejan las nievas heladas en la cordillera real, el amplio pico de Huayna Potosí, la cúpula deslumbrante del Illimani y el majestuoso y soberano Illanpú, espectadores silenciosos estos nevados asisten desde tiempos inmemorables al nacimiento, y destrucción del hombre y sus obras. Son los depositarios de los secretos de los milenios que pasaron y pasarán.
Es muy interesante, que la palabra Aymará, viene de Aymaru, y esta de Amaru. La palabra Amaru significa serpiente. Hoy todavía en los Andes hay grandes serpientes que se llaman Amarus.
Otra interpretación de lo que significa Aymarás: el pueblo de la serpiente. Amaru es otra forma de llamar al señor Aramu-muru. Los Aymarás son el pueblo del Manu, Amaru o Meru.
En la crónica de Akakor de Karl Brugger, también se habla de Tiahuanaco: “Los padres Antiguos erigieron 3 recintos religiosos sagrados: salazere en las zonas altas del gran río. Tiahuanaco, sobre el gran lago; y Manoa, en la llanuras elevadas del Sur. Eran las residencias terrestres de los maestros Antiguos”
En la doctrina Secreta (H.P.Blavastsky) dice “Los Hijos del Cielo y de la Tierra (los hombres primigenios) eran dotados a su nacimiento por los poderes soberanos, con facultades extraordinarias, tanto morales como físicas. Mandaban a los elementos, conocían los secretos del cielo de la Tierra, del mar y del mundo entero, y leían el futuro de las estrellas”.
En la leyenda Tolteca de Quetzalcóatl, se hace mención a dioses llegados del cielo a bordo de naves voladoras.
Seres rubios, descendiendo de una gigantesca nave en forma de cisne, según una leyenda maya. En Asia los libros sagrados como el Mahabharata, el Mansola Parva, etc... hablan con detalle de máquinas voladoras en forma de esfera que navegan por el espacio con destellos de luces y resplandores amarillentos. Conocidos como vimanas. En la China estas naves eran conocidas como carros voladores. En la Biblia aparecen como carros de fuego. Para los indios hopi eran conocidos como escudos voladores. En el friso de la Puerta del Sol de Tiahuanaco se observan hombres alados, algunos con cabeza de ave que miran al cielo.
Tiahuanaco es el testigo de un pasado que se pierde en la noche de los tiempos. muy lejos del límite de la montaña gris del Oriente reflejan las nievas heladas en la cordillera real, el amplio pico de Huayna Potosí, la cúpula deslumbrante del Illimani y el majestuoso y soberano Illanpú, espectadores silenciosos estos nevados asisten desde tiempos inmemorables al nacimiento, y destrucción del hombre y sus obras. Son los depositarios de los secretos de los milenios que pasaron y pasarán.
Articulo escrito por: : ANTONIO CERDÁN CAPARRÓS .