viernes, 9 de febrero de 2024

LOS CELTAS.







Introducción.


Los celtas era un grupo de tribus feroces y guerreras que vivieron en la Europa Central y Occidental entre los siglos VIII y I a.C. Se les conocía por su habilidad como jinetes, hablaban lenguas semejantes y compartían, muchas costumbres religiosas y artísticas.

Aunque los propios celtas eran analfabetos y no dejaron documentos escritos, gran parte de la historia celta puede ser reconstruida a partir de los escritores romanos. Gracias a sus textos sabemos que en el siglo IV a.C. colonos y guerreros celtas procedentes del norte de los Alpes atacaron Italia y los Balcanes. Los celtas saquearon Roma en el año 390 a.C. y en 279 a.C. llegaron nada menos que hasta Delfos, en Grecia. En el siglo III a.C. se podían encontrar celtas tan al este como los Balcanes y Anatolia.

El ejército romano luchó denodadamente contra los invasores bárbaros y los derrotó en la batalla de Telemón, en el norte de Italia, en el 225 a.C. Posteriormente, los romanos se apoderaron gradualmente de las tierras celtas de Italia, Hispania (la actual península Ibérica) y Anatolia.

El comandante romano Julio César comenzó a conquistar la Galia (la actual Francia) en el año 50 a.C. Según los romanos iban penetrando en las regiones celtas, mataban o tomaban prisioneros en masa. De una población de entre seis y siete millones de celtas, un millón fueron asesinados y otro millón vendidos como esclavos. A finales del siglo I d.C., los romanos habían conquistado gran parte de Inglaterra y Gales; además, toda la Europa central al sur del Rin y el Danubio estaba en sus manos. Los celtas que vivían fuera de esas regiones habían sido derrotados por las tribus germánicas del norte y los dacios, al este.

En el siglo V d.C. todos los restos de los celtas habían desaparecido de Gran Bretaña y la Galia, cuando las invasiones germanas siguieron al colapso del Imperio romano. En la actualidad, las lenguas celtas sobreviven exclusivamente en los extremos occidentales de Europa: Escocia, Irlanda, Gales, Bretaña (Francia) y Galicia (España).


La cultura celta:

En la cultura celta se aprecian dos grandes periodos. Uno es el de Hallstatt, que se extendió entre los años 800 y 500 a.C., y el otro es el de La Tène, que duró entre 500 a.C. y 50 d.C.

La cultura Hallstatt recibe su nombre del cementerio de Hallstatt, en Austria, Europa central. Por lo que sabemos, eran gentes que trabajaban el hierro con habilidad y buenos jinetes. Estableciera una industria de explotación de las minas de sal y un imperio comercial. Una rica elite de jefes vivía en asentamientos fortificados en la cima de colinas y era enterrada con muchas de sus posesiones: armas, joyas, carros y otros bienes de lujo.

Con posterioridad al siglo V a.C. cesaron los ricos enterramientos y la cultuirá Hallstatt declinó con rapidez.

La cultura de La Tène, que la siguió, llamada así por un poblado junto a un lago en Suiza, tenía centros de poder en la zona al norte de la región de Hallstatt. Los guerreros celtas que cruzaron los Alpes en el siglo IV a.C. procedían de la cultura de La Tène. La región de La Tène también fue donde se originó ese estilo artístico que se conoce como celta.


Los guerreros celtas:

Los griegos y los romanos consideraban a los celtas como enemigos peligrosos, pero vulnerables. La furia de los celtas en la guerra era legendaria y su valentía y experto dominio de los caballos eran muy admirados. No obstante, se los consideraba carentes de la disciplina de los soldados griegos y romanos. Algunas de las prácticas celtas, como conservar las cabezas cortadas de los enemigos distinguidos y presentárselas a los visitantes, eran consideradas horribles por los pueblos mediterráneos.

El guerrero celta era completamente distinto al legionario romano. Llevaba el pelo blanqueado con cal y vestía pantalones en vez de túnica. También llevaba joyas y una colorida capa a cuadros. Por lo general llevaba una larga espada de hierro, una lanza y un gran escudo de piel. El casco y la cota de malla le daban una protección adicional, si bien hay muchos textos que nos dicen que los guerreros celtas iban desnudos a la batalla, excepto por el torques (gargantilla decorada de oro o bronce).

La guerra era extremadamente importante para la sociedad celta. Las tribus estaban gobernadas por elites guerreras para las cuales su reputación de valentía en la batalla era una importante fuente de poder. El fracaso, en especial en el caso de un jefe, no era aceptable, y en ocasiones los jefes celtas se suicidaban para no sufrir la humillación de la derrota. El poder de un guerrero celta venía determinado también por el número de sus seguidores, de modo que su habilidad para distribuir la riqueza conseguida a través de las incursiones o las conquistas era de gran importancia.


La agricultura de los pueblos celta:

La agricultura era la principal actividad de una comunidad celta. Aunque su práctica variaba con el tipo tierra, por lo general los celtas utilizaban una agricultura mixta, con ganado y cultivos. El campo estaba cubierto de pequeñas granjas y poblados, con asentamientos fortificados en las cumbres que servían como mercados, centros artesanos y capitales tribales.


Las mujeres celtas:

En la sociedad celta, las mujeres ocupaban una posición más importante que en las sociedades griega o romana. Su habilidad como luchadoras es mencionada por varios escritores y tenían derecho legal a la propiedad tras casarse. La existencia de importantes líderes femeninos, como la reina Boudicca de la tribu iceni (los más temidos adversarios por los romanos en Gran Bretaña) demuestra que era posible que las mujeres ocuparan cargos muy importantes.


La vida comercial celta:

Al mismo tiempo que conquistaban sus tierras en Italia, Iberia y Anatolia, los romanos iban creando lazos comerciales con los pueblos celtas sin conquistar de la Galia y el centro de Europa. Roma necesitaba materias primas y esclavos. Los jefes celtas locales necesitaban bienes de lujo que entregar a sus seguidores y las oportunidades de conseguirlos mediante el saqueo habían disminuido. De modo que se creó un floreciente comercio y, según fue aumentado el volumen del mismo, la moneda se fue difundiendo cada vez más. Muchos de los poblados y castros celtas se transformaron en complejos asentamientos comerciales conocidos como oppida. Sólo en la Europa del noroeste continuó la vida casi igual que en los siglos anteriores.


Los bardos celtas:

Aunque los celtas carecían de una literatura escrita, poseían una clase profesional de poetas, narradores de historias y músicos: los bardos. Los bardos pasaban por un periodo de formación de 12 años, aprendiéndose de memoria una vasta tradición oral de poemas-historias, también componían canciones para honrar o burlarse de gente todavía viva, por lo que eran tratados con gran respeto por los jefes y los guerre
ros, para los cuales la reputación lo era todo.


Religión celta:

Los celtas utilizaban un calendario muy parecido al actual y sus fiestas caían en momentos significativos del año agrícola. La principal de ellas tenía lugar el 1 de noviembre y señalaba el fin del año en curso y el comienzo del año nuevo. Conocido en Irlanda como Samain, era el momento en que los espíritus de los muertos podían vagar libremente. Tradición que se ha conservado hasta nuestros días con la fiesta de Todos los Santos y el Halloween anglosajón.

Los celtas creían en un gran número de dioses, más que en una única deidad todopoderosa. Aunque estos dioses variaban de región en región, se pueden identificar tres figuras centrales: el dios de la tribu, asociado con la guerra; el dios del cielo y la tierra; y el dios de la artesanía. El número tres tenía un significado especial para los celtas; en el arte celta hay muchas estatuas con tres cabezas y dibujos con tres lados.

Algunas ceremonias religiosas implicaban el ritual de lanzar objetos valiosos a pozos, ríos, arroyos, ciénagas o lagos. Los especialistas religiosos, conocidos como druidas, actuaban como intermediarios entre el hombre y los dioses. Además de supervisar todos los sacrificios, los druidas actuaban como jueces en causas criminales y tenían el poder de excluir de la vida religiosa de la comunidad a todos aquellos encontrados culpables. También tenían capacidad para comenzar rebeliones y unificar a las tribus contra Roma.


Un poblado celta:

Una posible población iceni en Gran Bretaña de los celtas se narra en las siguientes lineas.

Cobijaba a unas 100 personas y estaba construido cerca de un arroyo de agua potable. El poblado estaba rodeado por una empalizada de estacas de madera y un foso; la única entrada estaba guardada por una atalaya. El puente levadizo sobre el foso se movía mediante un sistema de contrapesos que se situaban en cestas colgadas de largos postes, lo que permitía izarlas cuando se acercaba el enemigo. A menudo, en lo alto de la atalaya colocaban las cabezas cortadas de los enemigos.

Dentro del poblado había varios tipos de casas, todas construidas con madera y techadas con paja. La casa redonda pertenecía al jefe y su familia, y durante el invierno era en ella donde se reunían los guerreros para realizar fiestas y beber. Los guerreros vivían en la casa grande junto a sus familias, una residencia que contaba con una sección donde había un fuego en el que las mujeres preparaban las comidas. Es posible que durante el invierno el ganado también fuera introducido en la casa. En torno al interior de la empalizada había viviendas mucho más pequeñas, donde vivían los ancianos y los enfermos. Otros edificios incluían una casa para los carros, un silo y un ahumadero, donde los habitantes secaban y ahumaban carne y pescado para conservarlos hasta el invierno. En el centro del poblado había un profundo pozo con serpientes venenosas en el fondo. Era el pozo de las serpientes, al que eran arrojados los prisioneros enemigos y los malhechores, donde se les dejaba morir.


La difusión del hierro:

Fundir mena de hierro era mucho más complicado que hacer bronce. El método para extraer hierro de su mena fue descubierto por los hititas en Anatolia aproximadamente a mediados del segundo milenio a.C. Durante siglos fue un secreto celosamente guardado, pero tras la descomposición del Imperio hitita en el siglo XII a.C. la técnica se difundió, primero por el Egeo y luego por el resto de Europa. En el siglo VIII a.C. el hierro ya se trabajaba ampliamente en la región de la cultura celta de Hallstatt.

A pesar de que el trabajo del hierro era más complejo y laborioso que el del bronce, el nuevo metal tenía dos ventajas principales. La primera es que aparecía de forma natural en grandes cantidades y en una zona más amplia que el cobre y el estaño, los dos elementos que formaban el bronce, por lo que era más barato. Segundo, era un metal mucho más fuerte que el bronce y podía ser afilado mucho mejor. Esto dio a los celtas una ventaja en la batalla y también les permitió talar bosques y arar la tierra de un modo más eficaz.


El Arte celta:

La civilización de La Tène, del siglo V a.C., tiene fama por el estilo de sus artes decorativas, que se han llegado a conocer como arte celta. Especializados y muy hábiles, sus artesanos fabricaban espejos, escudos y mangos de espada en oro y bronce. Influídos tanto por el arte mediterráneo como por el arte del este de Europa, desarrollaron un estilo original caracterizado por sus líneas en volutas y sus dibujos irregulares. Algunos animales y motivos utilizados en el arte celta poseían significado religioso. Por ejemplo, se piensa que los verracos y cuervos, visibles a menudo en armas y armaduras, representaban a dioses de la guerra en forma de animal. No obstante, gran parte del significado oculto del arte celta se ha perdido.


Vamos ahora ha escuchar 5 Curiosidades sobre el Pueblo Celta.

A pesar de que los celtas dominaron buena parte de Europa, lo cierto es que en muchas ocasiones esta ha sido una civilización menospreciada y poco estudiada. El Imperio Romano arrasó por completo la cultura celta, de modo que los vestigios que quedan actualmente sobre ella no son demasiados. Aún así, investigaciones recientes han permitido saber más cosas de este pueblo.

Vamos a ver algunas de esas curiosidades.


Igualdad

Aunque había quienes señalaban que los celtas eran simplemente unos bárbaros, lo cierto es que tenían aspectos propios de las sociedade avanzadas. Existía plena igualdad entre hombres y mujeres. Ellas tenían autonomía en el matrimonio, podían tener propiedades, e incluso Gobernar y comandar ejércitos.


Enemigos

Los celtas tenían como costumbre decapitar a sus enemigos, y guardar sus cabezas embalsamadas a modo de trofeos. No decapitaban a todos sus enemigos, sino a aquellos que consideraban que habían mostrado valentía en la batalla o que eran conocidos. Nadie sabe a ciencia cierta si lo hacían por minar la moral de los pueblos enemigos o por razones religiosas.


Anfiteatros

Aunque siempre se han relacionado los anfiteatros con los romanos, los celtas también tenían los suyos propios. En Irlanda todavía se conservan restos de algunas de estas estructuras. Durante buena parte de la historia se ha creído que los celtas utilizaban los anfiteatros con fines militares, pero parece que no era así. Todo parece indicar que hacían uso de ellos en ceremonias y actividades lúdicas.


Batalla

Una de las principales curiosidades de los celtas es que muchos combatían desnudos. Sobre el por qué lo hacían, cabe la posibilidad de que tuviesen como objetivo atemorizar a los rivales o de que quieran presumir de condición física. Los celtas estaban muy preocupados por su físico, e incluso hacían pruebas para controlar el sobrepeso.


Ahora vamos a escuchar 7 Curiosidades sobre los Druidas celtas.

¿Has escuchado hablar de los druidas? Eran personas que habitaron ciertos territorios europeos hace más de 2400 años y a los que se les consideraba como sabios, estando un escalón más arriba que los hombres en su relación con los dioses. Si bien no se conoce mucho sobre los druidas, ya que no quedaron muchos vestigios para estudiar, son muy interesantes y hoy queremos contarte 7 cosas que no sabías sobre los Druidas.


7. Los druidas estaban diseminados en varias zonas de Europa:

Los druidas no pertenecen sólo a una civilización, sino que, quizá en distintos roles y por el avance y la conquista de territorios, pasaron a formar parte de diferentes tradiciones, especialmente de la Celta. Se cree que había druidas en lugares que hoy son Francia, Inglaterra, Galicia, Irlanda e incluso en zonas del oriente medio. Se ha comparado a los druidas con los Brahmanes de la India y, tal vez, hubo algo de influencia.


6. Los druidas eran considerados seres mágicos:

Estos verdaderos sabios transmitían sus conocimientos de forma oral y su sabiduría no venía sólo del estudio, sino que también de la práctica de la magia y adivinación. A los druidas se les consideraba profetas y eran respetados como una casta sacerdotal, capaces de comunicarse con los dioses y realizar una serie de rituales, incluyendo sacrificios.


5. Creían en el poder del muérdago:

El muérdago es una planta que se da en varias regiones de Europa y para los druidas, tenía un significado y un rol especial. Los druidas lo utilizaban en la realización de ritos, incluyendo el sacrificio de animales, que se realizaban en el quinto día del ciclo lunar. Ese momento era considerado especial.

El muérdago, en forma de infusión bebible, era capaz de impartir fertilidad y ser antídoto para todo tipo de venenos. Hoy en día, el muérdago ha demostrado propiedades para combatir algunas enfermedades, como por ejemplo el cáncer.


4. Se cree que los druidas construyeron Stonehenge:

Uno de los misterios que la historia aún no ha podido develar es cómo se formó Stonehenge, un monumento construido con piedras y que se encuentra en el condado de Wiltshire en Inglaterra. Una de las teorías es que este conjunto de monolitos fue construido bajo la supervisión de los druidas, aunque no existe ninguna evidencia que confirme o refute esta idea.


3. Los druidas sacrificaban toros (y quizá humanos):

Los druidas ofrecían a la luna dos toros en sacrificio, los cuales tenían sus cuernos vendados. El druida, vestido con una túnica blanca, subía a cortar una rama de muérdago con una hoz de oro y, tras entregársela a otros druidas igualmente vestidos, se sacrificaba a los toros para ofrecerles como ofrenda a los dioses.

Hay historiadores que creen que los Druidas, en algunos lugares y momentos también fueron partícipes de sacrificios humanos, específicamente de delincuentes, los cuales eran quemados.


2. El Cristianismo fue el comienzo del fin para los druidas.:

Cuando el Imperio Romano tomó el Cristianismo como religión oficial, se persiguió a los paganos y, mediante la conversión de la gente, los druidas perdieron influencia. En todo caso no fue su fin; los druidas continuaron presentes en lugares como Irlanda hasta el siglo VIII, pero con un rol e influencia muy disminuidos.


1. Aún existen cultos druidas:


Si bien no queda nada de los druidas originales, en varias partes del mundo, especialmente Estados Unidos, existen sociedades dedicadas a resucitar las costumbres y enseñanzas de los viejos Druidas. Los neodruidas, quienes hoy siguen los principios cristianos y del paganismo, rinden culto a la naturaleza, considerándola como el principio central de la existencia. Se cree que hay más de 30 mil practicantes de este culto solo en Estados Unidos.

Como ven, los Druidas dejaron una fuerte marca en lo que es la civilización occidental y, pese a que han pasado miles de años desde su auge, aún interesan a la gente.

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Fuentes empleadas.

Páginas web:

Mi Historia Universal.com.

Okey diario.com Historia.

Univision.com.


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